Ha muerto la monja alemana
en su sordera de esperanto
ha muerto de pie
y su nuca roja
ya no es el tálamo
de aquel lecho materno.
H muerto en un río sin pirañas
sin Américas que ríen
sin canciones de Andrómeda.
Ha muerto la monja alemana
en Lima/
donde las calles están llenas
de estiércol bajo el sol
Lima
la ciudad donde las monjas
han perdido la liturgia sucedánea
de tus besos.
Ha muerto la monja alemana
con un feto dentro del vientre.
Ha muerto hoy
y de pie
junto a las flores
de mi sepulcro materno.
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