martes, 21 de junio de 2011

ATRÁS QUEDÓ DALÍ Y SUS FLORES YA NO TUVIERON MÁS IDIOMA QUE EL MAR / José del Águila


Ahora que sueñas con Gala,
la edipiana estrella de mar,
ya no me espanta tu canto
de cítara azul homicida.

azul como el sueño del guayabo
y esas noches con Cranach, el Viejo,
depositando sus monedas de Creta
en una trompeta muda
al compás de un diapasón herido.

Ojo de Escocia,
culo de cuatro nalgas

Atrás quedó Dalí y sus flores
ya podrán resucitar a mi padre

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